Un grupo de mercenarios es contratado por la CIA para rescatar a unos pilotos que han sido apresados por la guerrilla en la selva centroamericana. La misión es un éxito, pero durante el viaje de regreso se dan cuenta de que algo misterioso e invisible está dándoles caza uno a uno. Ese algo resulta ser un cazador alienígena que se queda con las calaveras de sus víctimas como trofeos.
Que la simpleza de la historia, o la testosterona que desprende la película no nuble vuestro buen juicio cinéfilo. Estamos con el clásico juego del “gato y el ratón” y con un esquema semejante al de “un cazador cazado”, ‘Depredador’ se erige como una de las películas de acción que no pueden fallar en vuestra filmoteca.
Hay un maestro infravalorado detrás de todo esto, que no es otro que el gran John McTiernan. Era el único capaz de filmar como nadie secuencias de acción, sacando el máximo partido al escenario (la infinita selva en la que está ubicada la acción), o a los espectaculares tiroteos sin que el espectador pierda el más mínimo detalle de lo que se cuece o se sienta confuso.
‘Deprepador’ narra la historia de un grupo de mercenarios encargados de realizar una misión en la selva, cuando un extraño ser alienígena decide exterminarlos uno a uno. Con esta sencilla idea, y gracias a un brutal diseño de personaje (el “Predator” pasa desde el minuto uno a la categoría de monstruos que molan), McTiernan crea una entretenidísima película de acción, que dosifica muy bien el espectáculo para que su clímax funcione de cabo a rabo.
Durante gran parte del metraje puedes sentir la tensión de la caza, preguntarte si ese bicho estará escondido observando y esperando el momento oportuno para atacar. El guión aparece en los momentos que tiene que aparecer, cuando la chica cuenta la historia, cuando su protagonista tiende las trampas… todos los detalles encajan a favor del espectáculo.
A diferencia de las cintas de acción que nos llegan hoy en día, donde sus protagonistas firman contratos para no perder una pelea en pantalla, aquí Schwarzenegger (en uno de sus papeles más icónicos), no puede pasarlo peor y tenerlo más difícil en pantalla. Desde el principio, con el puro en la boca, le vemos como el macho alfa, el que va a cortar el bacalao en todo ese grupo de aguerridos guerreros pero, ante su némesis, no es más que un hombre de carne y hueso que debe derrotar, con ingenio, al depredador definitivo.
‘Depredador’ dio paso a unas cuantas secuelas y remakes que no tuvieron ni el éxito ni la calidad de la que nos ocupa. Una obra maestra del género que no debes perderte.
El Alquimista Cinéfilo 