El último late night: Desconcertante terror

Una transmisión de televisión en directo en 1977 sale terriblemente mal, desatando el mal en las casas de todo el país.

Me fastidia decir la siguiente frase, pero ‘El último late night’ es de esas películas que tienen tantas cosas buenas como malas. A pesar del gran esfuerzo que hacen directores y actores por construir una desconcertante película de terror, por culpa de un par de detalles importantes no llego a poder considerarla una genialidad. Me explico.

‘El último late night’ nace de la brillante idea de rescatar las cintas del último programa de búhos nocturnos, un late night conducido, como la película, por David Dastmalchian. El programa está al filo de caer en el olvido cuando se monta un show que nunca olvidarán. Y hasta ahí puedo leer sin hacer ningún destripe. 

Así, con la idea de contarnos todo lo que grababan las cámaras y lo que sucedía entre bastidores, la película resulta sumamente original y está lo suficientemente bien rodada para que, poco a poco, vaya creciendo en el interior del espectador el remusgillo de que algo extraño va a suceder. Así, la explosión de brutalidad sucede en dos escenas bien conseguidas y que serán una gozada para los amantes del género.

El problema llega con el gran remate final pues, en el fondo, es una gran genialidad que no está bien ejecutada. Es aquí donde le encuentro los mayores problemas al film, pues abandona por completo su propuesta para conseguir dar sentido al final. Esa traición, hace que me guste menos y que piense que todo se podía haber conseguido de otra forma.

Aún así, un film interesante al que echar una ojeada.

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