Desde el museo del Louvre al Palacio de Buckingham, pasando por las alcantarillas de París al asedio de La Rochelle… En un reino dividido por guerras religiosas y bajo la amenaza constante de la invasión británica, un grupo de hombres y mujeres empuñarán sus espadas y unirán su destino al de Francia.
La historia de ‘Los tres mosqueteros’ ha tenido multitud de adaptaciones tanto a un lado del charco como al otro. Después de la primera entrega de su nueva revisión, acertada, con muchísimo ritmo y un diseño de producción que me hacía estar dentro de la aventura ya en los primeros minutos, me he llevado una pequeña decepción con sus segunda parte.
No hay ni un pero en la producción ni en el reparto, en especial cuando se le otorga un mayor protagonismo a la siempre estimulante Eva Green. El problema llega cuando uno analiza lo que ha sucedido a lo largo de los ciento veinte minutos y no para de pensar en que, incluso, he pegado un par de cabezazos por el camino.
A ‘Milady’ la sobran buenas intenciones y el conocer que el camino andado funcionó bien y la falta más acción, más chicha que la que presenta. Cierra bien arcos argumentales y abre otros con posibilidades a una futura secuela, pero carece de la espectacularidad de la que hacía gala su predecesora y que toda película de mosqueteros debe tener. Solo la escena final entre las llamas, como buen clímax, cumple lo prometido porque todo lo anterior, la verdad, era bastante planito en esta larga persecución a caballo.
Pasable, pero bastante olvidable.
Alquimista Cinéfilo 