Muertos S. L (T-1): Mucho humor negro

Cuando fallece Gonzalo Torregrosa, propietario y fundador de la Funeraria Torregrosa, Dámaso Carrillo, su mano derecha en la empresa, no duda en que lo mejor para la continuidad del negocio es que él asuma el mando. Pero, contra todo pronóstico Nieves, la septuagenaria viuda, decide ponerse al frente de la empresa familiar, ayudada por su inútil y entusiasta yerno, Chemi, experto en Marketing, y en contra de los planes de sus hijas de cerrar y montar un gimnasio. Mientras Dámaso conspira y manipula a sus compañeros contra la nueva dirección, la empresa se enfrentará a la competencia, la funeraria Transitus, y a su plan para expandir su negocio, y a un caso a lo #metoo, que amenazarán el legado de Gonzalo Torregrosa.

Puede que la ficción española esté en uno de sus mejores momentos. Parece que, aquellos proyectos que en un largo se verían seriamente afectados, encuentran sitio en la pequeña pantalla. Al menos, esa sensación me dejan los primeros ocho episodios de ‘Muertos S.L’.

Serie pequeña, que te va ganando episodio a episodio. Estoy convencido de que, una vez que hayas conocido a cada uno de los integrantes de la Funeraria Torregrosa, querrás quedarte para ver qué más les puede pasar… o qué más les puede salir mal. 

El cast me parece absolutamente perfecto. Si bien es cierto que todos los intérpretes están en papeles con los que se sienten cómodos, cada uno hace suyo a su personaje, llevándolo un puntito más a su terreno gracias a lo bien estructuradas que están, tanto las tramas secundarias como la primaria.

Porque si, a pesar de que en un principio parece que va a ser una serie que no tenga conexión entre episodios, termina habiendo un hilo central muy, pero que muy bien escondido y que funciona muy bien, incluso, para querer darle un segundo visionado una vez terminada. Queda tan bien, que te dan ganas de ver más.

Esperando la segunda temporada.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.