Grimm es un urbanista neoyorquino que, harto del caos y la corrupción reinante, decide abandonar la ciudad. Con la ayuda de su novia Phyllis y del simplón de su hermano Loomis, elabora un meticuloso plan para huir en avión después de atracar un banco. Disfrazado de payaso, Grimm será el encargado de entrar y hacerse con el botín. Hasta aquí todo resultará muy fácil; el problema consiste en llegar al aeropuerto en medio de un tráfico infernal.

Un extraño tipo disfrazado de payaso, con ayuda de dos «compinches» consigue hacer el perfecto atraco a un banco de la ciudad de Nueva York, llevándose un montón de dinero. El caso es que, si bien el atraco ha ido sobre ruedas, el problema llegará a la hora de escapar de la ciudad y llegar hasta el aeropuerto. Por el camino, se cruzará con mafiosos, ladrones, autobuseros estrictos o taxistas extranjeros que les harán la huida imposible.
Entretenida, curiosa, y lo suficientemente divertida como para hacer pasar una buena tarde. Tiene un arranque muy potente, que es capaz de enganchar. ‘Con la poli en los talones’ es una película al servicio de su estrella principal, un Bill Murray que en los noventa podía actuar poniendo cara de «no querer estar allí» y todo el mundo caer rendido a sus pies. Está bien acompañado de Geena Davis, Randy Quaid y una ristra de secundarios que cumplen perfectamente el cometido. Destacaría a un simpático Stanley Tucci.
No es una maravilla, pero te anima la tarde.