El veinteañero Julián es un exitoso diseñador de videojuegos que vive atormentado por un oscuro secreto. Cuando Diana aparece en su vida, Julián sentirá cercana la oportunidad de ser feliz.
Otra vez Carlos Vermut me la ha jugado. Bueno, a mi y a todos. ‘Manticora’ es una película que parece vestirse de una forma para, en su tremendo y potente tercio final, terminar desnudándose y mostrando su verdadera cara, como la del protagonista.
Esta película arranca como una de lo más normalita: tenemos a un protagonista, un chico un tanto inadaptado que salva al hijo de la vecina de un incendio. No tiene grandes habilidades sociales y le da algún que otro ataque de ansiedad, por lo que el espectador no puede más que ponerse de su lado e intentar que la relación que ha propuesto su director y guionista vaya para adelante. Aquí es vital el trabajo de sus dos actores principales, Nacho Sánchez y Zoe Stein, de lo más resaltables.
Pero claro, esta no es la película que Vermut nos quiere contar porque la historia, sin desvelar nada, guarda un secreto oscuro y muy, muy turbio que cambiará por completo el concepto que tenemos de la misma. A partir de ahí, el espectador desencajará su rostro y mirará todo de forma distinta, viendo cómo suceden ante él sus desgraciados y tremendos minutos finales.
Me ha parecido la película más madura del director, teniendo una gran capacidad para parar el tiempo y la historia, logrando que el espectador se fije en lo que él quiere que se fije y, así, todo pilla completamente por sorpresa.
Si fuese vosotros, no me la perdería.
El Alquimista Cinéfilo 