Dana, hija del único superviviente de una masacre en 1993, se va de viaje de fin de semana con sus amigos. Después de que su coche se avería en el mismo pueblo donde su madre luchó una vez contra el Driller Killer, Dana y sus amigos deben encontrarse cara a cara con el hombre que ha perseguido la vida de su madre durante los últimos 30 años.
Pues os voy a contar lo que me ha pasado: Estaba sentado en el sofá tras un duro día de trabajo y me apetecía ver un slasher, una película de esas de muertes de adolescentes por culpa de un psicópata de por medio y me he encontrado esta película que, al menos en su portada, parecía prometer darme lo que necesitaba.
El problema es que, nada más arrancar, he visto que no me iba a hacer tilín y se me ha acabado atravesando. No me gustaba lo que veía, muertes demasiado absurdas, un villano que no había por dónde cogerlo y, claro, he terminado desconectando, viendo como la violencia pasaba ante mis ojos sin ser capaz de disfrutarla.
Puede que el problema fuese mío, pues la película es un remake/secuela de una original que desconocía por completo y, a lo mejor, me hubiera venido bien conocer aquella película para entender lo que sucede o, al menos, ponerme en contexto.
Aun así, no sé, no creo que la de otra oportunidad. Hay momentos en los que me ha parecido rematadamente aburrida y, sobre todo, soberanamente estúpida.