Después de presenciar un incidente extraño y traumático que involucra a un paciente, la Dra. Rose Cotter comienza a experimentar sucesos aterradores que no puede explicar. A medida que un terror abrumador comienza a apoderarse de su vida, Rose debe enfrentar su inquietante pasado para poder sobrevivir y escapar de su nueva y horrible realidad.
Después de haber oído de todo a cerca de ‘Smile’, que si es la mejor película de terror del año, que si no es para tanto y es una «chufa», me enfrento a ella casi con la mente en blanco, olvidando todo lo que sé y esperando encontrarme un entretenimiento que me haga saltar de la butaca de vez en cuando. ¿Y sabéis qué? Pues que al menos eso lo ha conseguido.
No, Parker Finn no ha creado una obra maestra. Es más, se nota mucho que ha tenido que estirar el argumento de su cortometraje para que el invento le diese para algo más de una hora y media de metraje. Al menos filma con brío y efectividad la propuesta y en ningún momento me ha resultado aburrida. Es más, se le agradece introducir a una protagonista a la que no me dan ganas de que muera pasados tres minutos de metraje sino encontrarme de su lado.
También es cierto que recurre a ciertos jump scares o subidas de volumen de la música para mantener en tensión al espectador, pero al menos se curra un par de escenas de terror, de verdadero mal rollo que se agradecen bastantes (véase el arranque y una relacionada con un coche).
‘Smile’ tiene algunos ecos o parecidos a ‘It follows’ para lo bueno y para lo malo, pero estoy convencido de que los amantes del género saldrán satisfechos y podrán disfrutarla. A mí, me ha bastado.
El Alquimista Cinéfilo 