Una paramédica resulta herida tras presenciar un tiroteo entre dos agentes de policía corruptos. Cuando la llevan al hospital, debe hacer todo lo posible para evitar que alguno de los dos le de caza. Por suerte, un policía veterano, el teniente Wakes, ha sido asignado para que la proteja.
Hace tiempo que perdí la fe en estas producciones en las que Bruce Willis aparece en el poster del filme como reclamo y, luego, en pantalla se limita a unos minutos. Luego se ha sabido lo de su enfermedad, la razón que estaba detrás de este extraño “retiro” para uno de mis actores favoritos. Lo puedo entender, aunque una parte de mi le hubiera gustado que se hubiera despedido del cine con una última producción con Tarantino, Shyamalan o una última aventura de John McClane.
Pero, mira tú por dónde, el otro día pille por televisión ‘Testigo protegido’ y, no os voy a engañar, no le da para pasar el corte porque los medios son los que son y ese guión necesitaba un par de revisiones más, pero sí que es verdad que, en comparación con las que venía haciendo los últimos años, pues me parece que no está mal.
Os cuento todo esto sabiendo que la película parte de una rocambolesca carambola que hay que tragarse, porque, seamos sinceros, contado de otra manera y con otros medios, la historia de esta mujer con una bala en su pierna a la que hay que proteger a toda costa podría haber funcionado medianamente.
Esencialmente, una vez que la acción se traslada al interior del hospital, pues no os voy a negar que, al menos, se me ha hecho muy llevadera. Se hace entretenido ver las dotes de supervivencia de la chica ante esos dos “malajes”. Si Willis llega a estar mejor físicamente, podrían haberse permitido el lujo de meter alguna escena más con él, apareciendo en el momento oportuno… como siempre.
Vaya, que podría haber sido un ‘Jungla de Cristal’ en el hospital, pero no le llega a esa obra maestra ni a la suela de los zapatos. Al menos, os puede entretener una tarde tonta si no sois muy exigentes o no le dais muchas vueltas a lo que sucede en pantalla.
El Alquimista Cinéfilo 