Una comisaría de policía de un pequeño pueblo se convierte en el improbable campo de batalla entre un asesino a sueldo, una inteligente policía novata y un estafador que busca refugio tras las rejas sin ningún lugar al que huir.
¡Ay Carnahan! ¡Bribón! ¡Qué bien te mueves en este tipo de escenarios caóticos con personajes pasados de rosca y mucha acción! ‘Ases Calientes’ me sigue pareciendo la película más redonda de la filmografía de este director en la que entremezclaba perfectamente todos los detalles mencionados.
Pues aquí, en ‘Juego de asesinos’ sucede parecido, pero de forma menos memorable que en aquella. Porque bien podría haberse titulado esto ‘Ases Calientes 3’, teniendo como objetivo una cárcel de un pequeño condado americano al que se dan cita todo tipo de individuos malos, grises, locos, idiotas y, también, alguno bueno.
Frank Grillo, que ya trabajó con Carnahan en ‘Muere otra vez’, se enfrenta en un buen duelo de tipos duros a Gerard Butler, con un estilo que me ha recordado al de Carnicero de la serie ‘The Boys’. Ambos son la atracción, pero lo que verdaderamente funciona y atrapa son algunos de los personajes que se dan cita allí. Así, el filme no pierde el factor sorpresa y siempre estás a la expectativa para ver qué va a suceder a continuación.
También creo que la película tiene algunos altibajos. Arranca bien, engancha y, aunque consigue entretener sobre todo al final, dar al espectador lo que quiere, la cuesta arrancar y tiene un pequeño tramo intermedio un poco sosete. Es más, el montaje no resalta tanto como en otras ocasiones.
Pero estoy convencido de que estas pequeñas cosas no os van a impedir disfrutar de ‘Juego de asesinos’.
El Alquimista Cinéfilo 