La carrera literaria de la brillante y algo huraña escritora de novelas Loretta Sage ha girado en torno a las novelas románticas de aventuras que, ambientadas en lugares exóticos, protagoniza un atractivo galán cuya imagen aparece reproducida en todas las portadas, y que en la vida real corresponde a Alan, un modelo que ha centrado su carrera en personificar al novelesco aventurero. Durante una gira para promocionar su nuevo libro junto a Alan, Loretta es raptada por un excéntrico multimillonario, con la intención de que la autora le guíe hasta el tesoro de la antigua ciudad perdida sobre el que gira su último relato. Deseoso de demostrar que puede ser un héroe en la vida real, y no simplemente en las páginas de sus obras de ficción, Alan se lanza al rescate de la novelista.
Sandra Bullock cosechó una carrera de lo más exitosa durante los años 90, sin duda su época dorada marcada bien por películas de acción taquilleras y espectaculares (‘Speed’ o ‘Demolition Man’) y comedias románticas que, aunque tiraban de fórmula, era muy estimables (me viene a la cabeza la amable ‘Mientras Dormías’). Gracias a su simpatía, su carisma en pantalla, su buen hacer, lo cómoda que se sentía en este tipo de propuestas y su rostro angelical, logró convertirse en el ojito derecho del gran público. Como a todos en esta época de efectos especiales en masa, les ha tocado reinventarse una y otra vez y lo cierto es que ha ido dando en el clavo (véase ‘Gravity’) en suficientes ocasiones como para que se la siga teniendo en cuenta.
‘La Ciudad Perdida’ es una película que está hecha para la Bullock más cómoda, como destinada a que ella la protagonice, que sea su enésimo escaparate y vuelva por la puerta grande: Una escritora de novelas de corte romántico está atascada con su último libro, harta de todo. Su vida dará un giro cuando un joven magnate obsesionado con un antiguo tesoro la secuestre para que le ayude a encontrarlo. A priori, una excusa simple para que ella vuelva a protagonizar y el espectador se lo pase bien, pero, como le ha pasado en estos últimos años, el guión mata cualquier posibilidad.
‘La Ciudad Perdida’ tiene un problema muy gordo: que es tan bobalicona que es imposible que esto lo levante nadie que se apellide Bullock, Tatum o Pitt. Se puede ser bobalicona y tener encanto, pero esta me llega a sacar de quicio. La cosa es que no empieza mal y podría comprar el argumento a pesar de que sabes, casi desde el minuto uno, como va a terminar todo, pero los absurdos derroteros que plantea hacen que me desconecte de la trama.
Sandra Bullock está bien, pero no me pega Channing Tatum como compañero de reparto, aunque, quizás, en gran medida, el problema sea mío, que no veo a Tatum en casi ningún papel y menos si hace comedia. Me cuesta mucho casar con su estilo de humor.
Si algo acertado tiene el filme, es el casting de secundarios potentes que reavivan de vez en cuando el interés. Me gusta Daniel Radcliffe como villano principal y me encanta el pequeño papel de Brad Pitt. Ambos son, sin duda alguna, lo mejor de la película.
‘La Ciudad Perdida’ podría haber conseguido entretenerme la tarde, pero, a pesar de sus intentos, de su reparto y sus medios, no llega. Me ha parecido una pérdida de tiempo.