Un fin de semana crucial a principios de los años 90, cuando la princesa Diana -de nombre Diana Frances Spencer- decidió que su matrimonio con el príncipe Carlos no estaba funcionando, y que necesitaba desviarse de un camino que la había puesto en primera fila para algún día ser reina… El drama tiene lugar durante tres días, en una de sus últimas vacaciones de Navidad en la Casa de Windsor en su finca de Sandringham en Norfolk, Inglaterra.
Era pequeño cuando la estrella de Diana de Gales se apagó, pero enseguida me di cuenta de que su vida iba a ser objeto de más de una adaptación cinematográfica gracias a todo el barullo que se formó a su alrededor y más tras irse de aquella forma tan inesperada y repentina.
Así, Larraín se lanza a adaptar el momento más duro para esa princesa, la del pueblo, a la que no le importaba desafiar a la mismísima monarquía británica y que, en el fondo, su mayor sueño consistía en ser una persona normal y corriente.
El esfuerzo es encomiable, desde luego, se nota a nivel de vestuario, paisajes, lugares… pero no termina por ser suficiente. A pesar de que hay que destacar también que la Stewart hace una gran labor, ayudada en gran parte por la logradísima caracterización, la película no se sostiene, en gran parte, porque no cuenta nada que no supiésemos ya.
El problema es el enfoque, pues a Larraín le gustan más las conversaciones de pasillo con mayordomos y modistas para hacer hincapié en el comportamiento de Diana, que se olvida de lo que realmente está buscando el espectador, que se muere por ver más batallitas entre el matrimonio (quizás, la mejor escena del filme es el enfrentamiento Carlos / Diana) o que sea capaz de poner en un compromiso a la suegra algo que, por supuesto, no llega a hacer en ningún momento. Por cierto, así como la caracterización de Diana está muy lograda, se podrían haber currado un poco más a Carlos, que no se parece físicamente en nada.
Larraín es políticamente correcto y no se mete en jaleos. Simplemente representa la vida de Diana en aquel momento, en el que lo único que quería era huir y volver a ser una persona normal que disfrutase de sus hijos. Todo eso está bien representado, pero no me justifica dos horas de sopor en la sala de cine.
‘Spencer’ tendrá una gran actriz y un póster magnífico, pero como película es bastante insuficiente.