Palm Springs: ¿Y tú qué harías?

Cuando el desenfadado Nyles y su reticente dama de honor Sarah tienen la oportunidad de encontrarse en una boda de Palm Springs, las cosas se complican al verse incapaces de escapar del lugar y el uno del otro.

Que no os pase como a mí, que no sabía de la existencia de esta película. No sé si se estrenó en pandemia o qué, pero no la tenía en mi radar particular de estrenos a ver y hubiera dejado pasar una joya pequeña, una bonita comedia romántica con toques de ciencia ficción que no deberíais dejar pasar porque es una fantástica película.

Sin desgranar mucho de su magnífica trama, tenemos a un chico que está atrapado en un bucle temporal a lo Bill Murray en ‘Atrapado en el tiempo’. Repite una y otra vez la boda de un familiar de su novia, pero, a diferencia de aquella famosa cinta, en esta tiene la oportunidad de estar acompañado… si elige bien.

Arrancando con un punto de partida aparentemente sencillo, la historia comienza a brotar para ganarse al espectador desde el minuto uno, entre el cachondeo, el romanticismo y muy buen rollo. Gracias a sus dos carismáticos actores principales, resulta adictiva y de esas que te dibuja una sonrisa tonta en el rostro. Es de esas películas que, cuanto menos sepas de ella mejor. Incluso sabe esquivar bastante bien las comparaciones con la de la marmota Phil y funcionar como película individual.

Su metraje de hora y media la hace más apetitosa aún y, recalco, están Andy Samberg y Cristin Milioti muy bien en sus respectivos personajes, derrochando simpatía. El primero siendo una extensión de su personaje en la excelente ‘Brooklyn 99’ y la segunda sacando partido a su mirada. Milioti es de esas actrices expresivas que lo dicen todo con muy poco. Sin duda, me quedaría en ese bucle con ellos dos de por vida. Están bien acompañados de un J. K. Simmons casi testimonial, pero con tiempo suficiente como para dejar su propio sello y, de paso, servir para avanzar en el desarrollo de los personajes y la trama.

‘Palm Springs’ me ha encantado. Han pasados ya unos días desde su visionado y aún hoy me vuelven ciertos golpes de humor a la cabeza y me rio, o algunas escenas y sonrío. Por gustarme, me gusta hasta como es capaz de plantear el “¿Y tú qué harías?”.