Un grupo de mercenarios decide llevar a cabo el mayor atraco que jamás se haya realizado en la ciudad de Las Vegas justo después de que se produzca una epidemia de muertos vivientes. Para ello tendrán que adentrarse en una zona de cuarentena, con los riesgos que ello conlleva.
Si alguien le echase una mano al amigo Zack (o si el colega se dejase asesorar un poquito más) creo que tendríamos a uno de los cineastas más influentes de los últimos años. El problema viene de base: lo quiere hacer todo, absolutamente todo él y las películas le terminan saliendo siempre excesivas en todo. Creo, que en el mundo del cine, lo suyo sería jugar más en equipo.
‘Ejército de los muertos’ supone su regreso al género que le dio la fama tras ‘El Amanecer de los Muertos’ y las expectativas post-era DC eran altas. Netflix le ha dado la batuta y ha podido hacer lo que le ha dado la realísima gana, así, tenemos una película de dos horas y media que mezcla el género Z con ‘Ocean’s Eleven’.
Tras un brillante comienzo, en la que incluiría la presentación de personajes, una vez que nos adentramos en la desolada ciudad de Las Vegas y perdido el impacto final con sacrificio mediante, la película se va desinflando poco a poco y vamos perdiendo el interés, irremediablemente debido a su alargadísimo metraje. Snyder se gusta, hace lo que mejor sabe hacer tras las cámaras y logra algunos momentos puntuales que nos hacen recobrar la ilusión por lo que vemos, pero, de nuevo, termina cayendo en algunos topicazos del género que, sinceramente, pensé que un tipo versado como él en esto, terminaría esquivando.
¿Entretiene? Sería delictivo no hacerlo. Tiene todos los ingredientes para que la película no se haga aburrida, pero si en muchos momentos «anodina». Lejos de la relevancia que parece querer mostrar, ‘Ejército de los muertos’ es un entretenimiento pasajero para echar la tarde. Ni más, ni menos.
El Alquimista Cinéfilo 