En un mundo en el que los superhéroes representan el lado oscuro de la celebridad y la fama, solo un grupo de vigilantes decide hacer todo lo posible por frenar a los superhéroes que están perjudicando a la sociedad, independientemente de los riesgos que ello conlleva.
Como siempre sucede con las series, ojito con los posibles SPOILERS. Avisados quedáis.
Cuando hace un año os hablaba de ‘The Boys’ como ese soplo de aire fresco dentro del género de superhéroes, no me equivocaba en absoluto. Ver cada episodio de esta serie es un deleite, por la magnífica construcción de personajes y porque en ningún momento sabes qué camino tomará la narración, si tendremos un pequeño soplo de esperanza o Patriota nos lo echará todo por tierra.
Así, su segunda temporada, consolidada sobre cimientos sólidos, tarda un poco en arrancar, situando la acción de cada uno de los personajes y cerrando demasiado brúscamente otros. Es un inicio que me pareció desconcertante pero que, visto el nivel de la primera entrega, me atreví a darle una oportunidad y seguir viendo episodios a pesar de que no estaba del todo convencido. Y hubiera cometido un error fatal si la hubiera dejado, porque luego ‘The Boys’, vuelve a ser ‘The Boys’, vuelve a ser esa gamberrada heroica que no tiene miedo de explitar cabezas o de que un pene gigante esté a punto de estrangular a alguno de los personajes principales.
El problema o bendición de la serie, según se mire, es que ha creado algo que se escapa y mucho a su control. Más allá de su original idea principal, la rivalidad que surge entre los dos principales personajes (protagonista y antagonista) sobrepasa la pantalla. El personaje de Patriota es tan potente, que escapa a cualquier tipo de control y lo que hace Antony Starr con él es auténtica maestría (sabe perfectamente cuando poner cara de que no ha roto un plato y, en la escena siguiente, reírse como un psicópata). Algo parecido podríamos decir de Karl Urban, cómodo en su personaje de antihéroe chulo e inteligente. Sus cara a cara es realmente lo mejor de toda la serie.
Más allá, es el camino que debe tomar el show. Se atisva una tercera temporada muy interesante por las pistas que nos deja su episodio final y un cambio de roles que promete ser espectacular. Veremos si, ‘The Boys’, mantiene el tipo.