Frank Bannister es un charlatán que posee extraordinarias facultades psíquicas, pero no las usa para hacer el bien, sino para ganar dinero hostigando a sus clientes con la ayuda de algunos espectros que trabajan a su servicio. La situación cambiará cuando en el pueblo empiecen a producirse una serie de muertes inexplicables.
Por favor, ruego que nadie malinterprete mis palabras porque lo que este señor ha hecho por Tolkien está a otro nivel, especialmente si hablamos de ‘El Señor de los Anillos’ (soy de los que cree que se le fue la pinza con ‘El Hobbit’). Pero había algo en sus comienzos que el bueno de Peter Jackson ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Tenía ese punto friki o nerd que te conquistaba en los años 90 y que ha ido refinando o diluyendo.
Por eso, una de las películas que más me gustan de su filmografía es ‘Agárrame esos fantasmas’. Película que descubrí un día en el videoclub y de la que no había oído hablar lo más mínimo. Era un chaval que flipaba con ‘Regreso al futuro’ así que al ver que en el póster salía Marty McFly dije, «esta me la llevo a casa». Y no me defraudó en absoluto.
La historia es una de esas que te atrapa desde el primer momento, gracias a unos efectos especiales que mantienen el tipo si haces una revisión hoy en día. Michael J. Fox interpreta a un médium con un punto estafador que resulta muy dvertido. Su Frank Bannister podría perfectamente ser Marty, pero en los 90 este chico tenía tanto carisma que te daba igual, era capaz de llenar la pantalla. Además, la amplia variedad de personajes que le rodeaban conseguía que el interés no decayese en ningún momento.
La trama principal gira en torno a unas misteriosas muertes en un pueblo marcado por una gran tragedia. La música de Danny Elfman te va poniendo en situación, lo sobrenatural va ganando terreno y otorgando buenas dosis de imaginación. Los giros están bien metidos y para cuando me quiero dar cuenta ya estoy completamente enganchado. Sigue sorprendiéndome que el ritmo no decae, es como una gran aventura.
Peter venía de hacer dos películas tan dispares como ‘Criaturas celestiales’ y ‘Braindead’ y, la verdad, es que se entiende que fuese su siguiente película pues en el fondo parece una mezcla (entendedme) de ambos. La obsesión por el más allá, los fantasmas, los no muertos y la parca hacen que la película sea un divertimento de lo más entretenido durante sus casi dos horas de metraje.
Una película de lo más estimulante que deberíais recuperar.
El Alquimista Cinéfilo 