Sondra Pransky, una estudiante americana de periodismo, se encuentra en Gran Bretaña visitando a unos amigos. Durante su estancia en Londres, acude a un espectáculo de magia, donde un ilusionista la invita a subir al escenario para hacerla desaparecer. Mientras espera que el mago ponga en práctica su truco, recibe la visita del fantasma de un prestigioso periodista muerto, que ha venido desde el Más Allá para servirle en bandeja la exclusiva del año. El espíritu afirma que Peter Lyman, el rico y atractivo hijo de un conocido aristócrata británico, es en realidad el famoso asesino en serie conocido como «el asesino del tarot».
Como tiene una extensa filmografía, estoy seguro de que todos tenemos una película favorita del director neoyorquino. Me atrevería a decir que la mayoría se inclina por ‘Annie Hall’ (y lo entiendo), otros prefieren ‘Match Point’… en mi interior sé que ‘Medianoche en París’ es muy superior y más redonda, pero la mía es esta. La mía, sin duda es ‘Scoop’. No es que tenga nada en concreto, pero la conjunción de todos sus elementos me parece fantástica a todos los niveles.
Puedo empezar alabando su alocado planteamiento, en el que un fantasma se presenta a una estudiante de periodismo para advertirle sobre el temible “asesino del Tarot”. Pero es que antes de meternos en harina hemos asistido a una divertidísima representación de la muerte y diez minutos después nos encontramos a Allen interpretando al mago Splendini (uno de los personajes más simpáticos de su filmografía).
Con una pegadiza banda sonora, vamos poco a poco picando en la trama que ha ideado para nosotros, con los suficientes giros como para mantener entretenidos durante una hora y media, sin grandes alardes, siendo fiel a lo que viene haciendo durante los últimos años.
Es un gran director de actores y aquí tiene oro para lucirse. Pocos directores han conseguido que Scarlett Johansson aparezca más sensual en pantalla que él y, encima, consigue que esté divertida. Luego está Hugh Jackman que, simplemente, se deja llevar, consiguiendo que nos despistemos.
‘Scoop’ es una comedia divertida que siempre te anima un mal día o te saca una sonrisa cualquier tarde. No le busquéis mayores pretensiones, es un divertimento ligero que, a mí, particularmente, me maravilla.