Basada en la autobiografía publicada por el grupo Mötley Crüe en 2001, esta obra refleja la historia de fama, sexo, drogas y rock ‘n roll, así como el precio del exceso que tuvieron que pagar sus miembros.
Cogiendo el rebufo del éxito que dejó ‘Bohemian Rhapsody’, llega el biopic del afamado grupo Motley Crue. Seguramente si pones la radio un día para escuchar buena música (y no me refiero al reggaetón), te quedes enganchado a más de una melodía de Rock & Roll escrita por Nikki Sixx y compañía.
Y si en el biopic de Queen había quien echaba de menos las juergas desmadradas de Mercury y sus chicos, aquí tenemos la vida, pura y dura (desde la escena inicial en la que se nos presenta a los distintos componentes) del grupo, con todos sus excesos: drogas, sexo, más drogas, drogas aún más duras, más sexo, conciertos y discos.
Jeff Tremaine arranca el film casi a ritmo videoclipero e intentando ser lo más fiel posible a lo que los miembros del grupo relataron en su autobiografía, logrando un film dinámico, con muy buen ritmo (su metraje pasa enseguida) y dejando un buen sabor de boca. El reparto cumple, sin hacer un trabajo realmente reseñable. Si cabría destacar que, si tenéis la posibilidad, tenéis que verla en versión original puesto que el trabajo de doblaje, en esta ocasión, es bastante flojete.
‘The Dirt’ seguramente guste más a los fans de la banda, que saldrán coreando sus canciones, pero aquellos que solo conocemos al grupo de pasada saldremos satisfechos.
El Alquimista Cinéfilo 