El hijo adolescente de Leyre, un ama de casa acomodadamente divorciada, mata a su padre en un arrebato. Ella decide hacer lo imposible por ocultarlo, desatando a su pesar una caótica ola de crímenes en la ciudad de Bilbao. Mientras, la nueva esposa del difunto y su implacable abogada tratan de ocultar la jugosa trama de corrupción en la que se movían. Pero no habían contado con la perseverancia de la pareja de inspectores de la Ertzaintza del caso…
No soy un especialista en el cine de Gracia Querejeta, pero me sorprende mucho esta película habiendo visto ‘Felices 140’ o ‘Siete mesas de billar francés’. ¿Me he perdido algo entre medias? Porque no terina de encajarme en su filmografía. Será que quería divertirse… pero no lo ha hecho de la mejor forma.
Uno tiene que tomarse ‘Ola de Crímenes’ pensando en que está viendo un entretenimiento tonto, muy ligero, con el que pasar la tarde del domingo tirado en el sofá de casa (no, no merece la pena verla en cine). Pero, con todo y con eso, uno no puede más que quedar decepcionado.
A Querejeta la cuesta decidir qué hacer con lo que tiene entre manos. Es un thriller sí, pero también hay muchos toques de comedia… ¿O es una gran tragedia? Al final, de la única forma que funciona es si la vemos como una divertida historia de asesinatos. Pero aún así no funciona del todo, entre otras cosas, por el fallido final que se le da al personaje de un desubicado Resines (excesivamente serio para lo que se está contando).
Así pues, el desfile de mujeres de las que hace gala el film actúa mejor o peor según las circunstancias. Maribel Verdú ya ha demostrado ser capaz en muchas ocasiones de aguantar el peso de una película y aquí no iba a ser una excepción. Da la impresión de que esta mujer mejora con los años como el buen vino.
Por el contrario, Juana Acosta y Paula Echevarria decepcionan como la pareja de villanas que pondrá en aprieto a la protagonista. No encajan porque, en parte, sus personajes tampoco terminan de encajar. Demasiado serias para una comedia, demasiado exageradas para un thriller. El problema central vaya.
Algunos actores son capaces de sacarte del particular universo que crea la cinta. Rara vez me pasa, diría que en contadas ocasiones, pero lo que hace Asier Ricarte aquí es casi delictivo. Fallo de casting garrafal.
Creo además, desde mi humilde punto de vista, que se ha querido dar a la película un marcado carácter feminista, haciendo que ellas lleven el peso del film, que muevan y se defiendan dentro de la trama, lo que no critico y, para nada, es malo. Es más, funciona muy bien cuando los hombres que se ven en pantalla quedan como meros tontainas, pegando un giro de ciento ochenta grados a lo que normalmente vemos en pantalla. Pero se equivoca de nuevo sexualizando demasiado a las actrices protagonistas, ¿o es que realmente era necesario sacar a Juana Acosta o Maribel Verdú en camisón?
Así pues, ‘Ola de Crímenes’ es una tontuna, un proyecto fallido que no llega a funcionar en ninguno de los géneros que toca. Queda como una cosa divertida, pero demasiado estúpida.