En un último esfuerzo para detener una conspiración diabólica, implantan los recuerdos, secretos y habilidades de un agente de la CIA, que ha fallecido en medio de una misión, en un impredecible y peligroso convicto con la esperanza de que complete el trabajo.
‘Criminal’ es una película que, si no llega a ser por su conocidísimo reparto (y el cariño que siempre me ha despertado Kevin Costner), no merecería la pena su exhibición en salas comerciales. A pesar de que su punto de partida puede ser original y plantear un entretenimiento casi asegurado, la película tiene baches, pierde fuelle según qué escenas y si no es porque su final ofrece una mínima dosis de espectáculo, bien podría haber sido un pufo importante.
Su principal error es vendernos a un Costner en plan malote, y lo hace bien, pero el guionista y su director quieren recalcar tanto su fama agresiva durante su peor parte del metraje y resaltar tanto su cambio de personalidad, que la película pierde enteros. Sí, ya sé que es un criminal porque el título me lo dice, no hace falta ser tan exagerados con la violencia gratuita.
Como decíamos, lo único que salva la cinta de un telefilm de sobremesa es su conocidísimo reparto, actores mucho mejores que la película que están protagonizando metidos en personajes de los que vamos a saber poco o nada. Como la relación de amor/odio que sufrimos con el personaje de Gary Oldman, espléndido interprete que aquí no sabe bien a qué sujetarse.
‘Criminal’ solo se puede entender como un simple y llano entretenimiento, muy plano en algunos momentos de su metraje y un poco aburrido en otros. Menos mal que tiene momentos inspirados y un arranque la mar de interesante.