Dos chicas a la fuga: Psicodélico viaje por la autopista

Una chica fiestera viaja de Filadelfia a Miami con una amiga más reservada. Por el camino recorren los bares y encuentran, entre otros obstáculos, una cabeza cortada en una sombrerera, una exnovia amargada, un maletín misterioso y un senador malvado.

Imagino que os habrá resultado tan desconcertante como a mi que Ethan Coen se haya lanzado a la dirección sin su hermano Joel. Después de tanto tiempo trabajando juntos, resulta, al menos, llamativo. En ‘Dos chicas a la fuga’ nos encontramos con una película que tiene algunos de los toques más llamativos de las películas de los creadores de ‘Fargo’, en especial el humor que, como siempre, es sumamente particular.

Este viaje de descubrimiento por la autopista de dos chicas lesbianas está repleto de situaciones extrañas, momentos de psicodelia que le sobran bastante, un metraje ajustado, y malentendidos por el camino que pondrán en peligro a las protagonistas. 

El resultado es un film raro, que piensa que es más divertida de lo que en realidad es y que se sostiene esencialmente gracias a sus dos esforzadas protagonistas y a un par de cameos simpáticos. Es de esas películas que parece que van a ser mejores de lo que en realidad son, pero que tampoco llegan a decepcionar.

Había potencial, pero no está aprovechado.

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